viernes, 24 de julio de 2015

Dos novelas de Yoko Ogawa: "La resindencia de estudiantes" y "La piscina"



Título: La piscina
Autor: Ogawa, Yoko
Editorial: Ed. Funambulista
Ciudad Fecha: Madrid 2012             Edición original: 1990
Género: Narrativa, novela corta.
Comentario: Novela muy breve, casi un cuento largo, que, sin embargo, resulta especialmente desconcertante y, si se me permite, inquietante. No es infrecuente en las obras de esta autora encontrarnos con elementos que descomponen la realidad aparentemente racional y “normal” que ha ido construyendo con una fluidez muy de agradecer para el lector occidental. El desasosiego brutal que nos deja “El embarazo de mi hermana” es un buen ejemplo de lo que digo, quizás el mejor. Aquí las pinceladas son más cortas y más ambiguas. A través de una protagonista que siente su identidad difuminada en el entorno, la autora deja desbordarse un erotismo casi ilimitado y omnipresente que no toma una clara forma de tal para la muchacha protagonista. Al mismo tiempo, y también mediante unas formas igualmente fluidas, en el mismo nivel con que retrata el muro de la entrada en l casa, la chica comete actos de una crueldad hiriente, gratuita, sádica. La lectura de este texto trae a la cabeza la galería de mujeres monstruo de la iconografía japonesa, sobre todo de la más reciente.
Quizás lo que más impactados nos deje sea la superficie de la piscina. Me explico, el chico objeto inconsciente aun del deseo de la protagonista práctica saltos de trampolín y ella acude siempre a verle entrenar, mencionando más o menos de pasada pero varias veces la quietud o no del agua de la superficie en el salto. En la novela la superficie de la realidad queda quieta, inalterable, indiferente o no, pero lisa y apacible.
Realmente una obra que vale la pena leer y reflexionar sobre el descubrimiento de la maldad.
Calificación personal: 8
*
Título: La residencia de estudiantes
Autor: Ogawa, Yoko
Editorial: Ed. Funambulista
Ciudad Fecha: Madrid 2012             Edición original: 1991
Género: Narrativa, novela corta
Comentario: El relato está contado desde el punto de vista de una mujer cuyo marido está en Suecia preparando el traslado de la familia, ella puesto que no hay hijos, a éste país. Por su parte ella parece no querer darse cuenta de la cada vez más apremiante falta de tiempo para el traslado y pasa sus días haciendo patchword. En esta situación aparece un primo que le pide ayuda para encontrar una residencia para vivir con poco dinero mientras realiza sus estudios universitarios. Ella recuerda la suya y allí le lleva.
Esta es la premisa sobre la que se estructura una en apariencia simple trama en la que juega un papel fundamental el director de la residencia, un anciano sin brazos que es, por otra parte independiente totalmente, esa independencia y los esfuerzos necesarios para ella han deformado irreversiblemente su cuerpo haciendo que una costilla se vaya acercando al corazón que acabará por perforar. Ella visita varias veces la residencia para ver a su primo que, casualmente, nunca está.
La inestabilidad del cambio representado por lo que fue y lo que es la residencia, lo inexorable del movimiento de la costilla, las referencias a las plantas y a las abejas, la proximidad de un radical cambio de vida con el traslado a Suecia que ella no parece estar asimilando, el aire de ruina radical que va destilando la Residencia van creando una tensión en el lector que engancha de un modo quizás algo irracional, pero casi sentimos como la costilla se desliza lentamente abriéndose paso entre los órganos, mientras van surgiendo más y más preguntas sin respuesta.
Sin duda de los textos que he leído de esta autora es el más inquietante, más incluso que el célebre “El embarazo de mi hermana”. El inesperado final nos deja básicamente desorientados.
Sin llegar al terror, la autora maneja como pocos el desasosiego, lo que en lenguaje cinematográfico llamaríamos “suspense” pero mucho menos evidente que éste, hasta llevarnos a un extremo inequívocamente japonés. Desde luego lectura más que recomendable.
Si se me permite un comentario anexo creo que hay que apreciar como valor añadido que la autora continúa viviendo en Japón, no como tantos otros que escriben desde otros países.
Calificación personal: 9

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