sábado, 8 de septiembre de 2018

GENGOROH TAGAME

 
En la ultima entrada hablé de este autor como una muestra de la forma de entrecomillas, fusión, cierro comillas, entre Japón y occidente en el tratamiento gráfico de temas más o menos universales. Evidentemente, eso es innegable, que el tema en que reina Gengoroh Tagame es el porno sado homosexual, pero no es excluyente. Si el otro día puse el punto de vista exclusivamente en ejemplos claramente sexuales hoy quisiera, sin apartarme de ellos (aunque lo intentara) echar una ojeada a ejemplos más concretos y específicos. Aunque no sé si sabré expresarme en condiciones. 
 La obra con la que se encabeza esta entrada es un tema evidentemente erótico pero con cierto toque cómico. Representa el "uso sexual" de dos tengú, seres legendarios que se caracterizan por su gran nariz roja que, evidentemente están usando para otros fines. El tratamiento es occidental, nada de tintas planas etc pero no el tema, nada hay más japonés que un tengú, sobre todo si tenemos en cuenta que ellos fueron quienes adiestraron a Minamoto Yoshitsune (espejo de caballeros) durante el tiempo que permaneció recluido en un monasterio de jovencito antes de convertirse en mano derecha de su hermano mayor Minamoto Yoritomo. Hay ocasionalmente referencias a que en los monasterios las labores de los novicios iban un poco más allá de lo que cabría esperar, cierto que teniendo en cuenta la situación muy a menudo los monjes tenían que tener una férrea formación bélica, vamos que quizás no estuvieran en el monasterio por vocación religiosa. La ilustración, sugiere, por lo menos me sugiere a mí que los tengú también se cobraban sus enseñanzas en especie, si se me permite la grosería que no es tanta cuando la sexualidad en Japón fue muy libre hasta que llego la Santa Occidentalización, y el gozo se hizo pecado.
En la segunda imagen el autor ha jugado de un modo bastante provocador con el viejo arte del tatuaje japonés representando lo que siempre ha sido una Deesis (Jesús crucificado con Maria y San Juan) en un peculiar rompimiento de gloria con carpas por los cielos. El tanto ensangrentado y semioculto delata que el crsitianismo de la imagen no es sino superficial y también en cierto sentido el aspecto occidental del dibujo. El resultado, en mi opinión es espectacular.

La tercera imagen es "inequívocamente japonesa", prácticamente es la versión perversa de "El sueño de la mujer del pescador" de Hokusai, si allí con la técnica de la estampa de su tiempo abordaba la violación´, más o menos. de una bella mujer por un pulpo, aquí nos muestra a uno de los tiarrones característicos de su autor en posición muy semejante, dibujado totalmente a la occidental que está siendo castrado por un cangrejo mientras está atado con un alga. El tema universal del terror a la castración, la constante japonesa de los animales marinos, para bien y para mal, el desnudo sin reparos occidental, las algas amarrándole vuelve el mundo marino y, finalmente, el tamaño normalito de su sexo ajeno a los despropósitos gigantescos del shunga, e incluso a algunos otros ejemplos del propio autor, nos están hablando de una muy peculiar manera de unir ambos mundos a nivel comic, manga o ilustración, como queramos llamarlo.
He mencionado que los temas centrales del autor son la homosexualidad dentro del sadismo pero no es un tema exclusivo pues si no estoy mal informado, algo que siempre es posible, ha creado un personaje cuyas historias tienen poco que ver con todo lo que vengo diciendo, tanto en técnica como en asunto. Ni siquiera hace falta comentar nada viendo la imagen:

2 comentarios:

  1. Tienes razón. Tagame a primera vista, se centra en lo sadomasoquista, lo brutal, pero las referencias culturales priman. Es un artista complejo e indudablemente talentoso.

    xoxo

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  2. Lo malo de estos autores es que una parte de su trabajo eclipsa a otras tanto o más interesantes

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